La agricultura de hoy está generando cambios notables de indicadores en comercio de hortalizas. Esto ocurre ya que el agricultor y productor moderno maneja criterios más abiertos provocados por la globalización de la economía y la nueva proyección de la interrelación entre la zona productiva y la zona de consumo, gracias a la agilidad del transporte y la facilidad para hacer operaciones de forma muy rápida.
El comercio globalizado junto con las comunicaciones y el transporte, están permitiendo evitar las deficiencias en los volúmenes del mercado a través a través de la importación, y por lo que los precios han entrado en una fase competitiva que hace que para obtener rentabilidad haya que hacer operaciones con un volumen mucho mayor junto con una mayor calidad en hortalizas y frutas es un factor que a su vez permite una mejor distribución del producto ya que si se buscan distribuirlo a lo largo del territorio de México o bien, si se desea exportar al extranjero.
Las empresas exitosas están dedicadas a la mejora continua, que incluye constancia, innovación y mayor rapidez en la distribución de los productos. En éxito en la competencia se alcanzará a través de una cadena eficiente de suministro e innovación logística del transporte, en la cual las compañías más rápidas, flexibles y responsables ante sus clientes serán las que ganen el mercado.
Esta evolución del mercado agrícola de las hortalizas y hortofrutícola se está manifestando de varias formas, donde inocuidad y buenas prácticas agrícolas son suficientes para garantizar en éxito en su comercialización.
Por ejemplo un productor de chile pimiento morrón verde comenta que para mejorar la presentación de sus productos había elegido un empaque transparente, pero como el material era higroscópico absorbía la humedad de los chiles reduciendo su calidad, es por ello que hoy en día utilizan cajas plásticas fabricadas con polietileno de alta densidad que evita estos problemas.
Otro caso es el de los productores de berries (fresa, frambuesa y zarzamora) que al empacar sus productos eran muy propensos a la aparición del hongo blanco que se produce en ambientes con elevada humedad, debido a esto utilizaron también cajas de plástico fabricadas con polietileno de alta densidad, el cual tiene la certificación FDA y USDA y puede estar en contacto directo con las frutas, y al ser una caja “calada” con orificios permite la circulación del aire, evitando así la formación de dichos hongos.
Otra opción para evitar reducir la calidad de los frutos es utilizar un sistema de desinfección el cual es más costoso, es una inversión durante más tiempo y aún con su implementación periódica no garantiza que se dejen de presentar mermas por el daño severo del hongo.