La Calabaza es una hortaliza de sabor excelente, que presenta un alto contenido en agua y un bajo valor energético, lo que hace que sea un alimento ideal para las dietas de adelgazamiento. Gracias a su bajo contenido en hidratos de carbono la convierten en el alimento ideal para quienes padecen diabéticas e hipertensas, por su bajo contenido en sodio. Otra virtud, es que el hecho de tener un alto contenido en fibra lo convierten en un producto adecuado para las quienes padecen estreñimiento.
Es una planta herbácea, anual y de porte rastrero. El tallo es cilíndrico, grueso, asurcado, áspero y con los entrenudos más o menos cortos, dependiendo del cultivar. Las hojas son grandes, palmeadas y con los bordes aserrados. Los pecíolos son largos, huecos y están recubiertos de pelos.
El sistema radicular está formado por una raíz principal y por raíces secundarias que se extienden superficialmente. Se trata de una planta monoica, es decir, en el mismo pie se presentan flores masculinas y femeninas. Las flores son solitarias, axilares y acampanadas. La apertura y cierre de las flores es diaria. El fruto es una baya carnosa, unilocular y presentan formas alargadas e incluso redondas.
En el mercado se pueden encontrar frutos que tienen colores que van desde el verde oscuro hasta el blanco.
En México, las variedades y razas nativas de calabazas se cultivan prácticamente en todas las regiones agrícolas, acompañando al maíz y al frijol en el agroecosistema que denominamos “milpa”. Sus usos alimenticios tienen en nuestro país sus más variadas expresiones: los brotes tiernos se comen como quelites, en sopas o guisos; las flores en sopas, quesadillas, cremas, rellenas; los frutos tiernos como verdura, en guisos, caldos y sopas (cabellos de ángel); la pulpa de frutos maduros como dulce (calabaza en tacha), en atoles, aguas frescas y repostería; las semillas -asadas, cocidas o hervidas- como botana, en guisos, tamales, dulces, como adorno y complemento en otras preparaciones. En algunas regiones el fruto, las semillas y las raíces se pueden utilizar con fines medicinales. Algunas son útiles como contenedores y se usan también para forraje.
En las estadísticas nacionales figura principalmente la producción de calabacita para verdura; con 436,947 ton producidas en 2012, los principales estados productores fueron Sonora, Sinaloa, Puebla, Michoacán, Morelos, Hidalgo, Jalisco y Zacatecas. Se reportan en menor proporción la producción de otros tipos de calabaza y no se tienen datos claros que se puedan asociar a la producción de especies y cultivares nativos para la obtención de fruto maduro y semilla.