La comercialización del mango se realiza en un periodo corto de tiempo, puesto que se trata de una fruta muy perecedera, y las posibles pérdidas económicas en post – cosecha se relacionan con los desórdenes fisiológicos y patológicos derivados de un manejo inadecuado.
Los primeros problemas en la post cosecha del mango aparecen instantes después de la recolección, en gran parte por el almacenamiento en la parcela previo al envío. Al cosechar los mangos se deben cubrir para evitar la exposición directa al sol, ya que de ser así, aumenta la temperatura del fruto y se acelera el proceso de maduración.
El látex exudado por los pedúnculos provoca el «sapburn» o «quemadura» que afecta negativamente la piel del mango, tomandola de un color pardo – negruzco. Como medida de prevención se recomienda recolectar únicamente aquellos mangos que presenten una longitud de pedúnculo superior a 5 cm.
Los daños por frío en el mango, son también conocidos como chilling injury, provocan una maduración irregular del fruto que provoca la aparición de áreas grisáceas y hundidas. En casos graves tornar al mango de color pardo.
La enfermedad de origen fúngico conocida como Antracnosis es la más importante en post cosecha de mango, permanece presente en la fruta aún sin madurar, para luego desarrollarse al iniciar la maduración. Esta enfermedad puede llegar a invadir incluso la pulpa de la fruta.